El pasado día 25 de marzo los ciudadanos andaluces dieron la mayoría electoral y social a la izquierda
(PSOE –IUCA), ocasionando decepción en las filas del PP, en la cúpula
empresarial, -que ya se estaban repartiendo el pastel- y en la derecha
mediática, arreciando los insultos al uso, (cateto, inculto, subvencionado,
etc.) hacia los andaluces por el sentido de sus opciones políticas. Con esto
demuestran de que no se enteran de nada y mientras las vísceras les funcione más que el la razón, seguirán perdiendo
elecciones tras elecciones en Andalucía.
La imagen, que esta derecha, quieren proyectar de Andalucía
no se corresponde con la realidad, y es ahí donde chocan frontalmente con la
mayoría de la población de esta tierra.
Los andaluces sabemos como habitábamos hace treinta años,
antes de que existiera la Comunidad Autónoma, que conquistamos en referéndum
por la vía del famoso art. 151 de nuestra Constitución, y que hoy quieren
cambiar en su lucha contra el estado de las Autonomías, centralizándolo todo en
Madrid. Como siempre la derecha en su concepción centralista de España.
Los Andaluces conservamos fresca la memoria de cuando la
gente se moría en sus pueblos por no
tener asistencia médica, ni hospitales cercanos, a los cuales unos porque no
tenían posibles para pagar los gastos sanitarios, y otros porque las carreteras
eran intransitables. O cuando el índice de analfabetismo, se cebaba con las
clases populares y las mujeres en especial.
Andalucía hoy, con sus gobiernos progresistas, tiene una
sanidad ejemplar, situándose entre las primeras del mundo, en redes de
carreteras conectando capitales de provincia entre sí, y a su vez con todos sus
municipios, por muy alejados que estén es un hecho indiscutible. La
articulación ferroviaria. La investigación en el campo sanitario estamos entre
los primeros de España, en la industria aeronaval igualmente, en las energías
renovables, es decir Andalucía no es lo
que se proyecta desde la derecha ultramontana y los dirigentes del PP.
Las promesas del PP, todo el mundo aquí sabía que eran mentiras,
tras mentiras, como se está viendo después de la elecciones, por ello los
andaluces una vez más tirando de su sabiduría y a través del
bagaje de las diferentes culturas, que durante siglos hemos ido alcanzando, y por
otro lado, sufrir el machaqueo y la
dejadez de nuestra tierra por parte de los que tenían las propiedades y el
poder, por ello, las clase populares decidieron dar la mayoría a la izquierda, con
un correctivo al PSOE, por sus casos de corrupción.
Esta es una oportunidad que se le presenta a la izquierda
para realizar un gobierno de acuerdo con los intereses de la mayoría de los
ciudadanos, y que le dé una salida progresista a esta crisis; defendiendo la
sanidad, la educación, las políticas de dependencias y asistencia a los más
bebibles. Una articulación solidaria de la sociedad. Una política en: I+D, en
inversión pública buscando los mecanismo de colaboración entre la iniciativa
público-privada, que permita la creación de empleo y reactive la economía de
Andalucía.
Todo lo anterior será posible si se forja el acuerdo de la
izquierda parlamentaria (PSOE-IUCA); las formulas posibles: 1) entrada en el
gobierno de IUCA. 2) apoyo parlamentario con programa estable de gobierno, y
comisión de investigación para depuración de responsabilidades en los casos de
corrupción, y 3) Acuerdos parlamentarios durante el primer año, una vez
resuelto los casos de corrupción, entrada de IUCA en el gobierno de la Junta , en estos tres escenarios se podrían sentir cómodas
ambas formaciones.
Lo que los andaluces progresistas no concebirán que la izquierda no se
entienda, como esbozan algunos en IUCA (Sánchez Gordillo), sobre la tesis que
es igual PP y PSOE, porque esto no es verdad y ahora que el PP gobierna en el
Estado Español, comenzamos a ver las diferencias; en políticas de igual, en
derechos de las mujeres, en asistencias de los más desprotegidos, en la propia
reforma laboral, así como en la presencia de los poderes eclesiásticos que
empieza a asfixiar a los que somos laicos.
Yo confió, y mucho, por las declaraciones de Diego Valderas, en que la izquierda asumirá su compromiso
con los ciudadanos permitiendo un gobierno fuerte, para luchar contra los
ataques que va a recibir Andalucía con el gobierno del PP, totalmente
partidista, revanchista y en permanente campaña electoral.
El futuro de IUCA dependerá de su actitud. Los ciudadanos
andaluces le han dado la confianza doblándole
el número de diputados, que podía haber sido mayor, si no estuvieran los
antecedentes de Extremadura y los errores del 94, cuando la pinza, que llevo a
IUCA a sus peores resultados. IUCA tiene que reivindicar la transparencia en la
gestión, evitando los casos de corrupción y el amiguismo, teniendo toda la
legitimidad en ello.
El PSOE y IUCA tienen la obligación de entenderse y devolver
la ilusión a la izquierda de este país, recuperar para el proyecto progresista
en la defensa de los valores de solidaridad, igualdad de oportunidades a los
jóvenes andaluces.
Esta oportunidad histórica, que a dado la mayoría de los
andaluces al PSOE e IUCA, no la pueden derrochar, sería de una
irresponsabilidad sobre el futuro del bienestar de Andalucía, que se pagaría en las próximas elecciones, con su
desaparición como fuerzas útiles
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